Los primeros 100 días de Barrack Obama: El coro idóneo para una función de igual calibre

28Abr09

Por Gabriel Ricardo Mulero Clas, Esq.
Para IPEC

El Coro de las obras teatrales de la Grecia clásica, siempre presente, tanto en los dramas satíricos como en las conmovedoras tragedias, fungía como medio introductorio al público de la trama de la obra.  Creaba una idea conceptual del asunto a abordarse, presentando las circunstancias principales de manera tal que la audiencia pueda seguir al actor en su travesía artística.

Los primeros 100 días de la administración del Presidente de Estados Unidos, Barrack H. Obama, han demostrado ser el Coro del teatro que llamamos la nueva política estadounidense.  Es cierto que ya ha habido acción ejecutiva en varios planos políticos como en la apertura a la investigación de células madre, la clausura de la cárcel de Guantánamo y el estímulo económico.  Sin embargo, esta actividad no debe opacar el verdadero movimiento detrás del ímpetu político de la nueva Casa Blanca.  La proyección que ha querido dar el presidente en estos 100 días, más allá de lo ya mencionado, ha sido la de una administración que comprende la situación y que está en curso para resolverla.

En sus expresiones públicas, Obama ha estado advirtiendo al pueblo norteamericano de la seriedad de nuestra actual circunstancia, nos ha presentado una serie de medidas innovadoras consideradas por él como la solución y con su serena actitud ha dirigido al público al valle de la paciencia.  Mejor coro no puedo imaginarme para lo que será el teatro de los próximos 4 (u 8 ) años de administración demócrata en Washington, D.C., lo cual significa que lo que está por venir es un verdadero drama clásico.  Ahora bien, la pregunta que todos se hacen es si terminará siendo una tragedia.Ya hemos mencionado a Guantánamo, las células madre y el estímulo económico, pero aun faltan más sucesos que durante estos últimos 100 días han revuelto el gallinero político.  Entre los tantos están: (1) la publicación de las técnicas de interrogación que se llevaron a cabo durante la antigua administración; (2) el rescate del capitán del naviero Maersk de piratas somalíes; (3) el acuerdo con Dmitri Medvedev de Rusia de reiniciar el trabajo por reducir sus arsenales nucleares; (4) los $13 mil millones para la construcción de una red de trenes de alta velocidad; (5) la prohibición a los oficiales de Casa Blanca de reunirse y discutir con cabilderos asuntos sobre el estímulo económico; (6) la revocación a los límites de viaje y remesas de la era Bush a los familiares de expatriados en Cuba; (7) el cambio en política de frontera con México de una barrera a un Czar; (8) la apertura diplomática a Irán y Venezuela; (9) la reconsideración de un tratado para recortar las emisiones de gases al ambiente al estilo Kyoto; y (10) el liderazgo demostrado en el pasado G20 en el intento por desarrollar una solución global a la crisis económica, etc.

las cuatro reformas de Obama

Como vemos, no han sido 100 días de vacaciones.  Estos detalles son los que le han sacado las canas al presidente.  Pero estos son tan solo eso, detalles, pues lo grande está por venir.  Me refiero a cuatro asuntos de envergadura monumental: (1) la reformulación del gasto en defensa; (2) la reforma educativa; (3) la independencia energética; y (4) el seguro de salud universal.  Estos son los cuatro elefantes que han estado en el cuarto molestando a los legisladores federales por años y son precisamente los que se estarán discutiendo por los próximos años.

El primero se trata de cambiar la perspectiva del gasto en la partida que se separe del presupuesto para la defensa del país.  No se trata de disminuirlo sino de reestructurarlo.  Lo que intenta el Secretario de la Defensa, Robert Gates, es enfocar las compras en armas y artículos que les puedan ser de mayor utilidad a los soldados que combaten en las batallas modernas.  Por años, la milicia entera, desde los soldados hasta los dirigentes en el Pentágono se han estado quejando del equipamiento inadecuado del cual sufren las tropas en Iraq y Afganistán.  Con este nuevo plan, todo esto cambiaría y se enfocaría el gasto en el equipo verdaderamente necesario.

La segunda aún no está completamente definida.  A grandes rasgos, se trata de la reforma del programa “No child left behind” de la antigua administración, la inversión en educación temprana y la disminución de los costos a nivel universitario, todo esto con un incremento general en la inversión federal en la educación tradicional a través del propuesto presupuesto.  Éste aún se encuentra en la mesa de negociaciones del Capitolio.

La independencia energética se trata del aumento de la inversión local en nuevos recursos energéticos producibles en territorio estadounidense.  El plan es deshacerse de la dependencia en combustibles fósiles como el petróleo y el carbón para así disminuir los costos de energía.  En petróleo en particular, en su mayor parte proveniente de Venezuela, Africa y el Medio Oriente, ha llegado a niveles insostenibles, levantando así un llamado por disminuir su utilización.  A este proceso se le quiere incluir el desarrollo de métodos renovables de producción de energía como la solar y la eólica como parte del programa ambiental de gobierno.  Esta iniciativa presenta un problema de costo inicial bastante alto para un gobierno en medio de una recesión severa, y es precisamente de aquí que estriba su oposición en la Legislatura.

Finalmente, Obama prometió una reforma en el sistema de salud del país durante su campaña y le prometió a los Clinton que le daría conclusión a lo que ellos comenzaron.  Ya ha propuesto la digitalización de toda la documentación estatal en materia de salud para agilizar los procesos ya existentes.  Sin embargo, la reforma que se espera es una mucho más revolucionaria la cual pudiera tener la extensión que los sistemas de salud tienen en Europa.  Es dudoso que se logre establecer una sistema como estos, pero un punto medio entre lo actualmente existente y la institucionalización del seguro universal estatal pudiera ser la respuesta que se verá al final del túnel.

un camino cuesta arriba para el Presidente

Estos son los retos que le espera el porvenir de Barrack Obama.  Sólo no podrá conseguirlos pues estos proyectos le competen al poder legislativo más que al ejecutivo.  Sin embargo, el peso de su oficina caerá con todo lo que tiene con tal de concluir lo que empezó hace 100 días en Enero.  Necesitará el apoyo de ambas Cámaras y, aunque tiene mayoría en el Congreso, todavía no goza de los 60 votos necesarios en el Senado para evitar cualquier maniobra obstruccionista, id est, “a filibuster”.

Aun si obtiene esta mayoría con el reciente brinco de campo del hasta ayer Senador Republicano Arlen Specter y el aparente triunfo de Al Franken en Minnesota (asunto que aun está en debate judicial), el Partido Demócrata esta lleno de centristas que no regalarán su voto con tanta facilidad para acomodar los caprichos de Obama.  Lo que se espera en el Capitolio son debates y negociaciones con el más enérgico interés político experimentado desde los tiempos de Reagan y Roosevelt.

Pero nada de esto parará al “renegade” y su cuadrilla de expertos estadistas.  Lleva trabajando en estas iniciativas desde las primarias y actualmente se encuentra en una acalorada campaña tanto en Washington, D.C. como en los “town halls” de la pequeña América cantando en coro con su equipo de veteranos políticos promoviendo sus ideas reformadoras.

Estos primeros 100 días han servido de introducción a lo que será una administración demócrata de la nueva era.  Algunos equiparan el espíritu en la capital a los aires que soplaron durante las reformas de Reagan en los 80 y de Roosevelt durante la Gran Depresión.  Me rehuso a hacer tal declaración, pero no niego la importancia de los tiempos y el nuevo ímpetu en la Casa Blanca.  El coro, como representante del pueblo dirigía sus emociones según se desarrollaba la obra y es precisamente esta la actitud que hemos visto del Presidente desde el día en que se inauguró:  con el pueblo a su favor y la palabra lista en su boca para servir de guía en el teatro que llamamos la crisis.



1 Responses to “Los primeros 100 días de Barrack Obama: El coro idóneo para una función de igual calibre”

  1. 1 Meyer Rabinovitz

    Don Licenciado Gabriel Mulero. Que pieza tan bien hecha que has elaborado. Es notable que tienes un verdadero don para transmitir tu sabiduria. Te felicito y te mando un abrazo muy fuerte. Meyer R.


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